Katmandú

Kastha Mandap en sanscrito significa el templo de madera. Es de estos términos que ha nacido el nombre de la actual capital del país. Gigantesca ciudad con mil rincones, edificada por las manos de la cultura Newar, donde encontramos los templos y estatuas en todos los rincones de la calle! Del ladrillo rojo hasta la madera de las puertas finamente esculpida, la mayoría de los antiguos barrios son verdaderas obras de arte poniendo en escena la vida de multitud de divinidades del panteón hindú.  Toda la capital se baña en esta extraña atmosfera donde reinan dioses y demonios.

Para el viajero curioso que desee descubrir la capital en su conjunto, tendrá que contar con una buena decena de días y ¡aun así no será suficiente! Con vasto territorio que abarca una extensión de 400km2, y habitada por cerca de 4 millones de personas, la ciudad cuenta con un número incalculable de templos y de sitios religiosos. Algunos de estos prohibidos a los visitantes no hindúes solo pueden ser admirados desde el exterior.

Durante 3 o 4 días, es posible visitar los más hermosos monumentos y sitios históricos de la capital sin tener que correr durante la visita.